sábado, 13 de diciembre de 2008

Huaycán

Hoy fue una mañana interesante: Ayudar y hacer actividades de proyección social siempre lo es. Estuve en una actividad de Navidad es Jesús, dirigida para que niños de bajos recursos pudieran pasar una mañana con panetón, chocolate y buena vibra. Hacía más o menos nueve meses que había dejado de estar metido en actividades similares.

A pesar de que todo salió casi de imprevisto (y de haberme inscrito tarde, el día de ayer, cuando tenía que haberlo hecho días antes) fui al punto de encuentro a las 8.30am. La mayoría de los asistentes fueron gente de ciclos mayores que los míos, pero aún así, de mi ciclo éramos cinco.

Los tres buses partieron una hora después, y naturalmente, el trayecto era largo. Posteriormente, llegamos, entramos al colegio (localizado en Huaycán) y empezamos a recibir a los niños. Hubo un par de problemas al comienzo: Algunos niños no estaban inscritos y no podían entrar al colegio, por otro lado; algunos padres querían ingresar para recibir panetón y chocolate. Pero el problema finalmente fue solucionado y casi todos los niños lograron ingresar. Se les veía a todos ellos alegres y eso era bueno.

Los chicos fueron agrupados de a diez o de a veinte, y a mí me tocó supervisar a una parte. El grupo que me tocó era bastante curioso: Niños que tenían entre seis y doce años, algunos tranquilos y otros belicosos (nunca había tenido que cuidar a niños que querían pelearse, lo cual fue una novedad para mí). Jugamos un poco al “Simón dice”, nos presentamos (y sí, a pesar de que yo soy un poco impaciente con los niños intenté hacerlo lo mejor posible) y vimos una obra teatral, organizada por algunos chicos de ciclos mayores. Mejores actores no pudimos tener: Entre el reparto, uno de los recientemente graduados que realizaba monólogos; y otros que también animaban a los chicos y los motivaban, a la vez que les transmitían los mensajes centrales de la Navidad.

Después, servimos la leche y el panetón. Por mi parte, intenté realizar mi tarea con bastante orden, paciencia y minuciosidad para que todos los chicos tuvieran su ración. Creo que hice bien mi función. Por cierto, tres situaciones anecdóticas que me hicieron pensar un poco: Los muchachos tenían tratamientos conmigo de profesor y una chica me dijo que yo era blanco (?), y en el grupo de un amigo mío, algunos chicos sacaron un mazo de naipes y se sentaron a jugar póker. Otro momento curioso.

Finalmente los niños recibieron sus regalos y la actividad terminó. Demoró un poco de tiempo pero los niños salieron del colegio y cuando nos retiramos en los buses, un grupo de ellos nos agradeció y nos despidió. Bonito gesto.

Siempre considero que estas cosas son gratificantes. Como ya comenté, anteriormente estaba más inmerso en estas actividades, donde una persona no sólo dona su dinero o cosas que compra, sino que dona su tiempo, sus ganas, su cansancio y esfuerzo para que otros la pasen mejor. Pero siempre es bueno realizar estas cosas, y volver a realizarlo es bonito. A fin de cuentas, en esa interacción, el ayudante y el ayudado ganan, porque comparten experiencias que nos hacen crecer. Espero que a los chicos de Huaycán les haya gustado la actividad. Por el grupo de chicos que se despidieron de nosotros, creo que sí.

Saludos,

Juan Manuel

Canción que habla de superarse cada día, y de crecer, y de ayudar a otros:

1 comentario:

La niña dijo...

M gusto muxo este post Juanma...y sobretodo q m animO a hacer algo y no quedarme sentada a esperar q el mundO cambie!! Uno d las cosas q aprendi este año d la Universidad fue eso: q m siento mas util d poder ayudar a otros...q sufrir con MacrO si puede valer la pena!!! XD
y q se puede ayudar y sentirse muy bien!!
deberiamos organizar algo con mas gente!! avisame cualkier cosa!

Buen Post!!! cdtm :D